Producción de Manteca de Karité en Burkina Faso
El proceso de producción requiere de sus pasos para llegar a extraer la manteca de karité;
El inicio empieza a partir de un árbol llamado Karité que crece en todo Africa Occidental. Tarda unos 20 años en dar los primeros frutos. Y a partir de ahí, cada año, en el mes de marzo, produce unos frutos de color verde, del tamaño de media naranja, que se comen y dentro contienen el gran tesoro: La nuez de karité.
Las mujeres, cada temporada, caminan largas horas en grupo bajo el sol hasta llegar a las zonas de Karité en medio de la sabana. Recogen cantidades de frutos que ya han madurado y han caído del árbol. Y, con los cestos llenos sobre la cabeza caminan de vuelta al poblado para poder preparar la manteca.
Una vez en casa, separan todas las nueces extraídas del interior del fruto hasta recolectar una cantidad considerable. Sacan la cáscara para obtener una especie de almendra que se encuentra en el interior de la nuez. Ésta almendra es la base para empezar la producción.
Primero se dejan secar al sol. Las extienden en plena sabana africana y allí se secan en pocas horas. Hay algunas almendras que son de color negro, las apartan ya que están en mal estado. Así la manteca será más pura.
Después las almendras secas se muelen. Aquellas mujeres que no tienen un molino lo hacen manualmente picando una por una con un mortero tradicional. El molino acelera mucho el proceso, triturándolas en pocos minutos.
Al tenerlas bastante trituradas, se cuecen. Y después se vuelven a moler hasta obtener una pasta casi líquida de color marrón chocolate.
A partir de aquí empieza la emulsión para lavar bien la pasta marrón. Se mezcla agua en pequeñas cantidades. Las mujeres baten sin parar durante más de una hora hasta que el agua se va oscureciendo y la pasta se va aclarando quedándo de color blanca. Éste agua sucia se aparta y “se puede dejar secar pudiendo utilizarla como carbón, cerrando así el ciclo natural”.
La pasta blanca se pone a fuego lento durante varias horas hasta por fin obtener el aceite de Karité!.
Este aceite después se filtra y se almacena en potes de plástico, barreños etc. Al enfriarse se solidifica quedándo una crema de tacto más rugoso, como la mantequilla, que al calentar “al baño maría”, vuelve a ser aceite.
La manteca de karité es un producto 100% natural. Suaviza la piel, hidrata, contiene vitaminas, y en África en la época de polvo, donde la meningitis es muy común, la utilizan como preventivo poniendo a los niños este aceite en el interior de la naríz para evitar que el polvo entre y pueda transmitir algún virus.
La manteca puede mezclarse también con aceites esenciales y crear diferentes jabones, cremas de distintos aromas y mil variedades de cosméticos, antiarrugas etc.