Cuando realizas una sesión de fotografías de niños, es muy importante transmitirles que además de hacer fotos, sobretodo lo vais a pasar bien.
Dejarle posar a su estilo y que la sesión sea natural es muy importante para no aburrirse.
El niño tiene muchas ideas y al ponerse delante de la cámara quiere que éstas se capturen. Pone una cara divertida, salta, baila, posa… Lo mejor es la combinación del profesional y la frescura del niño, así se construye la sesión, en equipo.
Greta se emocionó tanto que no paraba de posar…